Entender que el cerebro es un órgano vital, que puede enfermarse o permanecer sano según nuestro cuidado, como todos los demás órganos del cuerpo, es de suma importancia para cuidar la salud mental.

Todos sabemos que el estómago es un órgano encargado de la digestión de los alimentos que ingerimos, y que si, le damos alimento corrosivo como los ácidos nos podemos enfermar de gastritis o ulceras gástricas.

También sabemos que el corazón es el órgano encargado de impulsar la sangre por todo el cuerpo y que en caso de tener un corazón engrosado por las grasas que comemos, podemos tener serios problemas en la presión arterial, o infartos.

Así pudiéramos ir detallando el funcionamiento sano o enfermo de cada uno de los órganos que forman nuestro cuerpo.

Pero, ¿El cerebro no es un órgano? Ya sabemos que sí.

Él cerebro es el encargado de percibir el mundo, producir pensamientos, emociones, actitudes y conductas.

Es el encargado del éxito o fracaso en las relaciones de pareja, crianza en los hijos, relaciones interpersonales, sentido de la vida, empresa y profesión.

Pero, sabes qué, éste maravilloso órgano que dirige nuestro destino, no solo se alimenta de la comida que ingerimos, sino que es un devorador de todo lo que escuchamos, miramos, tocamos, sentimos y olemos.

Es por estas causas que se puede enfermar o por lo cual puede estar en óptimas condiciones de salud.

La OMS define a la salud mental como “Un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”.

Actualmente se estima que 264 millones de adultos padecen ansiedad; y que la depresión abarca el 5% de la población, siendo estas las causantes principales del desgaste económico en las empresas.

Es importante pues, estar atentos, consientes y ser responsable de la salud de nuestro cerebro, ya que de él depende nuestra felicidad, estabilidad y productividad.

Te preguntarás ¿Cómo lograrlo?

La respuesta es: No es difícil y si se puede.

Solamente se requiere cuidar diariamente lo que escuchamos, miramos y pensamos; y en caso necesario asistir a las personas encargadas de la salud mental.

Aprender a pesar, sentir y actuar sanamente requiere entrenamiento, aprendizaje y a veces tratamiento.

La buena noticia es que las enfermedades mentales se pueden prevenir y a tiempo también se pueden curar.

Cuida tu cerebro, visita a tu medico a tiempo, y vive sano y feliz.

Mayra Sainz