Va en serio amiga mía; con deseo de que mejore tu vida, un recordatorio para todas nosotras…

La magnitud, proporción y forma que das el amor a los demás es de la misma manera que te lo debes dar a ti misma.

Amar es hacer cosas buenas, agradables y edificantes por el ser amado.

Si quieres palabras de cariño…da palabras de cariño y bríndatelas a ti misma.

Si quieres respeto…respeta y respétate.

Si quieres buen trato…da buen trato y trátate bien a ti misma.

Si quieres caricias…da caricias y bríndatelas a ti misma.

Si das comida…come comida…

“Que nuestro afecto, amabilidad, humildad, paciencia y bondad, sean nuestro pan de cada día”

Solo se da lo que se tiene; fuera de esto, lo demás es dependencia, o sea, demandar que la otra persona te de alimento de cualquier tipo es seguir siendo una niña vulnerable, expuesta a que la “ayuden a vivir” o le dejen morir.

Todas las personas requieren una relación de pareja donde exista afecto mutuo. Aprender a dar por la esencia de amar, es madurez. Aprender a saber que a la medida de calidad de persona que soy es la medida de calidad de trato y afecto que uno merece es auto estima.

Demandar sin madurez es egoísmo.

Es importante entender principalmente este punto: NADIE nace para ser maltratada (o)…NADIE.

Las personas nacimos para aprender a amarnos y a amar a los demás.

El amor es la única fuerza que puede con todo y contra todo. El amor todo lo puede. El amor es Dios.

Fragmento del Libro “Una Mujer como Tú” Pág. 126

Autora; Psic. Mayra Sáinz

Disponible en Amazon y Mercado Libre